Creatividad grupal
Diversos estudios se han centrado en analizar la creatividad grupal y la creatividad en los equipos de trabajo (p.ej. Kelly y Littman, 2001; King y Anderson, 1990; Kurtzberg y Amabile, 2000). Principalmente, se han orientado a analizar cómo interaccionan los grupos, cuando de creatividad se trata, y cómo de efectivas son tales interacciones para la creatividad.
Creatividad grupal: variables de estudio
Mejorar la creatividad y las habilidades en solución de problemas (PS1) puede mejorar la planificación estratégica de las organizaciones (Wheatley, Anthony y Maddox, 1991). En este sentido, hay autores que sostienen que formación sobre habilidades creativas funciona mejor grupalmente que a nivel individual (Basadur, Graen y Scandura, 1986), si bien, no hay consenso absoluto sobre estos resultados (Bottger y Yetton, 1987), pues en los grupos se dan factores que pueden inhibir la creatividad, como son la presión social que ejerce el grupo sobre el individuo y que genera situaciones de conformidad social (Asch, 1956).
(1) PS: problem solving.
Variables como el liderazgo, la cohesión, la longevidad del grupo, la composición y la estructura grupal son los antecedentes del despliegue de la creatividad grupal y de la innovación (King y Anderson, 1990).
Otro elemento que influye en la creatividad grupal es, evidentemente, la disponibilidad de recursos (Payne, 1990), un ejemplo puede ser el acceso a la información (Bateman, Griffin y Rubistein, 1987; Griffin, 1983; Salancik y Pteffer, 1978).
Creatividad grupal como conocimiento compartido
Desde un enfoque de conocimiento compartido, la creatividad grupal ha proporcionado varias unidades de estudio.
Hay investigadores que han centrado su atención en características del grupo como la homogeneidad/heterogeneidad. En este sentido, parecer ser que la creatividad se intensifica desde la diversidad, no sólo intelectual sino también desde la heterogeneidad cultural. Sin embargo, continuando con ese análisis de sinergias que se producen en la interacción grupal, otros autores indican que una excesiva diversidad dificulta la comprensión entre los miembros, incluso, puede llegar a anularla.
Amabile (1983), desde su Teoría Psicosocial de la creatividad, se ha interesado por los efectos de las evaluaciones y las expectativas que el grupo puede crearse sobre su autoeficacia creativa, como resultado de dichas evaluaciones.
La creatividad grupal desde el enfoque cognitivo
Desde la perspectiva cognitiva, se ha analizado la influencia de los estilos cognitivos que componen el grupo en los resultados creativos de este (Hayward y Everett, 1983).
Leonard y Strauss (1997) abogan por fomentar la innovación y la creatividad grupal mediante la combinación de personas con diferentes estilos cognitivos para generar, lo que ellos denominan, la abrasión creativa.
Algunos autores apuntan a que los equipos grandes disponen de más recursos cognitivos, lo cual podría contribuir a mejorar la creatividad del grupo y el rendimiento (Certo, Lester, Dalton y Dalton, 2006), mientras que otros autores destacan que el tamaño del equipo también puede influir negativamente, en cuanto a que el número de miembros aumenta la probabilidad de conflicto y de problemas relacionados con la coordinación y el control, lo que conduciría a una disminución del rendimiento (Escribá-Esteve, Sánchez-Peinado y Sánchez-Peinado, 2009).
Como se observa, algunos resultados son contradictorios por lo que abordaremos la revisión de resultados de estudios metaanalíticos, orientados a encontrar alguna conclusión clara sobre relaciones e influencias de algunos de los factores presentados.
La creatividad desde la teoría de redes
Otros abordajes de la creatividad grupal se han realizado desde la teoría de redes. Desde este enfoque algunos estudios han tratado:
- El análisis de las redes informales y las redes sociales relacionadas con la resolución de problemas (Wenger y Snyder, 2000),
- Redes de creatividad que integran a los clientes en las organizaciones (Von Hippel, 1978) y
- Redes que integran a los proveedores (Hyland, Marceau y Sloan, 2006)
Se considera que estas redes son valiosas fuentes de nuevo conocimiento y de suma importancia para la innovación en las empresas.
CONCLUSIONES META-ANALÍTICAS SOBRE CREATIVIDAD GRUPAL
Dada la diversidad de enfoques y de variables que se han abordado en su estudios, así como, los resultados dispares obtenidos (West & Farr, 1989), algunos trabajos metaanalíticos han servido para situar mejor el estado del arte de esta cuestión. En este sentido, se han identificado varios factores relacionados, en mayor o menor medida, con la capacidad innovadora de los equipos de trabajo.
Estructura y composición del equipo
Recientes estudios indican que los factores relacionados con la estructura del equipo no tiene un impacto tan notorio como se pensaba.
Hülsheger y colegas (2009), tras metaanalizar múltiples estudios primarios, encontraron que las dimensiones del clima de equipo correlacionan más fuertemente con la innovación (Rho=0.49) que las dimensiones de la estructura y de la composición, cuyos valores de correlación eran más débiles y, en varias de las dimensiones, no significativos.
Estudios anteriores sobre la composición, muestran resultados dispares, desde una alta influencia a una insignificante, así como, influencias diferentes según la fase del proceso de innovación en la que nos encontremos.
Parece confirmarse que la alta diversidad/heterogeneidad en los equipos no siempre conduce a mayor innovación por cuestiones, entre otras, de cohesión entre los miembros que acaba afectando a los resultados (Anderson & King, 1991)
Clima y procesos
Siguiendo con el metaanálisis de Hülsheger y colegas (2009), al analizar los estudios primarios desde la Teoría de los Cuatro Factores (West, 1990), encuentran las siguientes correlaciones (Spearman) de la innovación con visión de equipo (0.49), seguridad participativa (0.15), soporte a la innovación (0.47) y orientación de tareas (0.41).
También encuentran correlaciones significativas para la cohesión del equipo (0.31), procesos de comunicación interna (0.36) y comunicación externa (0.47). Según los autores, estos resultados resaltan la importancia del clima y los procesos de equipo para la innovación.
Cabe destacar de este estudio que dimensiones relacionadas con el conflicto –conflicto de tarea y de relación– arrojan valores marginales de correlación (despreciables) con la innovación.
Estilo de liderazgo
Uno de los metaanálisis que se han abordado para arrojar luz en la cuestión del liderazgo es el llevado a cabo por Rosing y sus colegas (2011).
Como sostenían varios autores, el liderazgo transformacional correlaciona de forma significativa y fuerte en la fase de apertura del proceso de innovación, es decir con la fase de generación de ideas, mientras que el liderazgo transaccional parece más efectivo en fases posteriores como la implementación. En la fase de generación un estilo más participativo estimula la innovación a nivel de equipo, sin embargo, según indica la teoría de la ambidextría, el estilo más directivo es más apropiado para conducir las ideas hasta el desarrollo de innovaciones.
Resumiendo, son muchos los factores que se incorporan en el estudio de la creatividad grupal, de los que solo he citado algunos.
Para abordar el estudio de la creatividad grupal es necesario definir claramente las entidades sociales que se van a estudiar (Choi y Thompson, 2005). Igualmente, es importante adoptar un enfoque sistémico que incluya el nivel individual, el grupal, el organizacional y la interacción entre esos tres niveles (Chen y Kaufman, 2008; Woodman, Sawyer y Griffin, 1993).
A nivel organizacional, el enfoque sistémico ha sido el más empleado para explicar la innovación y la creatividad en las empresas. Desde este marco conceptual, se enfatiza al interacción persona-contexto y los factores que pueden potenciar o asfixiar la creatividad (Shalley, Gilson, & Blum, 2009; Yuan & Woodman, 2010; Zhou & Shalley, 2010).
REFERENCIAS
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