Economía Circular: problema, reto y solución
El cambio climático es un hecho. Pocos son ya los negacionistas de esta situación y de los efectos que la actividad humana, principalmente del último siglo, ha supuesto en el medioambiente. Los registros de concentración de gases en la atmósfera, el crecimiento de las temperaturas o los niveles del mar nos muestran una evolución negativa y alarmante que requiere de soluciones contundentes e inmediatas. Ya no sirven simples paliativos ni alargar el debate sin acciones que lo precedan.
Desde el último cuarto del Siglo XX, diversas instituciones internacionales, principalmente europeas, han procurado legislar en materia medioambiental intentando contener los efectos de nuestras actividades sobre el Planeta. Sin embargo, estos esfuerzos han sido insuficientes para frenar el cambio climático del que somos testigos.
Incremento del gases de efecto invernadero
Entre los factores que han provocado la situación climática actual, se encuentra el incremento en la atmósfera de los gases de efecto invernadero. Entre ellos, el dióxido de carbono (CO2 ) que se ha disparado desde 1950 hasta la actualidad, como se observa en la siguiente imagen (NASA).
Este aumento en la concentración de CO2, así como en la de otros gases de efecto invernadero, se ha relacionado directamente con el aumento de las temperaturas a nivel global y sus consecuencias: el deshielo de los Polos y el incremento del nivel del mar, además de la modificación de otros ecosistemas.
Estos cambios influyen, a su vez, en los patrones climatológicos, observándose, cada vez con mayor frecuencia, desastres naturales relacionados con el clima en cualquier parte del Planeta.
Crecen las temperaturas
En la imagen de la derecha, la NASA nos muestra como la Tierra ha ido calentándose desde finales del Siglo XIX, cuando empezó el incremento de la actividad fabril, hasta la actualidad. Se obsevan amplias zonas del Globo en las que ha habido un cambio de ocho grados (F) en los últimos 60 años.
Crece el nivel del mar
La consecuencia del calentamiento global es un incremento exponencial del nivel del mar, como puede observarse en la imagen de la izquierda.
Con una tasa de variación interanual de 3,2 milímetros por año, en los últimos 20 años el nivel del mar ha crecido más de ocho centímetros.
Las dos imagenes siguientes nos dirigen respectivamente a:
- un simulador de crecimiento del nivel del mar (imagen izquierda), al que se puede acceder y comprobar cómo quedará de inundada cualquier zona del Planeta en los próximos años y
- una noticia publicada en el diario Levante en 2019 (imagen derecha), en la que se muestra gráficamente cuál es el futuro de las zonas cercanas al litoral de la ciudad de Valencia en España. Todo lo que se ve en color azul quedará inundado por el mar desplazando grandes núcleos de población.
El origen del problema
El modelo económico actual, llamado economía lineal, está en el centro del debate como origen de los problemas ambientales actuales.
La economía lineal es un modelo intensivo en explotación de recursos y de impactos al entorno; antes, durante y tras la vida útil de los productos. Está centrado en producir y abastecer con bienes el mercado de consumo, sin prestar mayor atención a los impactos que estos productos generan en su ciclo de vida.
En la economía lineal participamos todos los agentes a lo largo de la cadena de valor. Desde instituciones políticas al consumidor, pasando por productores y comerciantes, todos hacemos posible el modelo de consumo actual.
Los efectos de la economía lineal
Todas las especies y ecosistemas tienen un comportamiento económico. Luego, los humanos no hemos inventado la economía, más bien la hemos pervertido al introducir el factor residuo con la economía lineal que no existe en la economía natural. El comportamiento económico de la naturaleza es de carácter circular.
Reto y solución: sostenibilidad y circularidad
La economía circular se presenta como una solución conducente al desarrollo sostenible que necesita la humanidad, si queremos conservar nuestro ecosistema y, con ello, la especie. Recordemos que el humano no siempre ha existido, luego no somos indestructibles como especie.
Expertos en ecología afirman que el Planeta continuará sin los humanos. Se transformará, como lo ha hecho en anteriores ocasiones, y permitirá la existencia de otros organismos. Pero nosotros ya no estaremos para verlo porque la humanidad necesita una versión concreta del planeta para existir. Sabemos que esto no es recíproco.
Como indico en un post previo, «La economía circular: principios básicos» , este modelo económico se inspira directamente en la naturaleza, dónde no existen los conceptos despilfarro, desperdicio o residuo.
La imagen derecha es el gráfico conceptual que Circular Economy Lab emplea para explicar el modelo económico circular y fue presentado en la I Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular, celebrada en España en 2018.
Una economía restaurativa y regenerativa y basada en la innovación continua
Uno de los objetivos de la economía circular es reformular los sistemas productivos para que eliminen cualquier impacto nocivo al ambiente. De este modo, un residuo de una línea productiva se convierte en un recurso para esa misma línea u otra distinta. Desde una perspectiva sistémica e interactiva, el conjunto pasa a ser circular.
Si bien, cabe indicar que la EC va más alla. No solo busca reducir los impactos, sino que se enfoca a la sostenibilidad a largo plazo con acciones encaminadas a beneficiar el entorno desde una amplia perspectiva; medioambiental, social y económica.
Referencias
Advanced Leadership Foundation (2018). I Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular en España. https://cumbrealf.org/
Circular Economy Lab. https://circulareconomylab.com/
Ellen MacArthur Foundation. https://www.ellenmacarthurfoundation.org/
Mcdonough, W y Braungart, M. (2002). Cradle to Cradle. Remaking the way we make things. NY. Nord Point Press
Weetman, C. (2016). A Circular Economy Handbook for Business and Supply Chains. Kogan Page Publishers.