El problema de agencia en la dirección de empresas
A principios del siglo XX, el crecimiento de las empresas y su nueva forma de gestión condujo a que muchas grandes corporaciones estuviesen dirigidas por agentes que no eran propietarios de los activos de las empresas. Así se inició un conflicto de intereses entre los agentes propietarios y los agentes directivos que aún hoy persiste. Los autores Berle y Means (1932) y Coase (1937) identificaron el problema de agencia, también conocido como la Teoría de agencia en el ámbito de la dirección de empresas.
El problema de agencia intenta explicar los conflictos que se producen cuando hay agentes que son propietarios del negocio, mientras que otros agentes tienen la responsabilidad de actuar sobre activos de los que no son propietarios, es decir, toman decisiones sobre activos que no les pertenecen por lo que sus eventuales errores decisionales no afectarán a sus propios intereses.
Cuando los agentes directivos son los propietarios del negocio, el problema de agencia no existe. El directivo está decidiendo sobre sus propios bienes. Sin embargo, cuando el directivo decide sobre bienes ajenos, no pone en peligro sus propiedades o intereses privados, lo que, en ocasiones, supone que el directivo tome decisiones orientadas a mejorar sus intereses, en detrimento de los intereses de la organización.
Podríamos pensar que el problema de agencia quedaría resuelto al asignar la propiedad de los activos a cada agente decisor. En cambio, desde la óptica empresarial, se entiende que el concepto empresa desaparecería, pues cada directivo pasaría a ser propietario de su medio de producción, fragmentándose la empresa como tal, lo que conduciría a su desaparición. Es una situación similar a la de los artesanos pre-industriales, quienes eran propietarios de sus propios medios de producción (herramientas) y aunque se agrupasen en gremios no constituían empresas.
La teoría considera que el problema de agencia no puede ser erradicado, por tanto, el objetivo del estudio del problema es minimizarlo tanto como sea posible.
El pricipal motivo por el que no puede eliminarse totalmente el problema de agencia es que en la empresa unos agentes tienen la propiedad (accionistas) o tienen la autoridad jerárquica (directivos), mientras que otros agentes tienen la competencia o el conocimiento para poder desarrollar tareas o decidir en el ámbito de su autoridad (técnicos). Es muy difícil que un solo agente aglutine todas estas capacidades.
- La propiedad o el accionariado tiene el derecho sobre el residual (en caso de liquidación de la empresa, una vez se paga a los shareholders, lo que queda es de la propiedad) o sobre el beneficio generado.
- Los agentes con autoridad jerárquica, tienen los derechos de decisión y de control. Por ejemplo en una S.A. se crean órganos específicos para ejercer el derecho de control, como es el Consejo de Administración o el Consejo de Dirección.
- Los técnicos, especialistas y empleados (staff) tienen el derecho de ejecución, ejecutan actividades por los que se denominan agentes ejecutores.
Tipos de problema de agencia
Propiedad>>>autoridad
Los directivos deciden sobre activos que no son propios. Las decisiones están orientadas a mejorar sus intereses privados.
Autoridad>>>ejecución
Los ejecutores (técnicos – staff) manejan los medios de producción y el conocimiento, orientándolo a mejorar también sus intereses privados.
Estudios del problema de agencia
Berle y Means (1932)
Dada la expansión que se estaba dando a los inicios del siglo XX, se presenta el problema de agencia; en las grandes empresas no se conoce quién es la propiedad.
Por ejemplo, el socio de una S.A. diversifica su riesgo invirtiendo en distintas empresas, por lo que no tiene interés en controlar alguna de ellas en concreto. Además, como no es un gestor no sabe cómo controlarla.
Entonces, ¿quién/es gestiona? ¿qué intereses persiguen estos gestores o directivos? Estos autores observaron que mayoritariamente los directivos persiguen sus propios intereses porque hay discrecionalidad en la función directiva, pues tienen un amplio margen de maniobra para poderse favorecer a sí mismos.
Los modelos manageriales
El directivo no busca maximizar el valor de la empresa (que es lo que persigue la propiedad) sino que busca maximizar el tamaño porque esto le supone una serie de ventajas y emolumentos que percibe a razón de dicho tamaño. Aquí se presenta el problema de agencia, el hecho de que el agente busque su propio interés y no el de la propiedad o principal.
Se observa cómo existen problemas de agencia en todas las escalas jerárquicas de la empresa. Podemos asegurar que el problema de agencia recorre verticalmente todo el organigrama jerárquico.
Fama y Jensen (1983) & Jensen y Meclkling (1992)
Otro problema de agencia es consecuencia del conocimiento.
El conocimiento distribuido entre los agentes es conocimiento específico, o conocimiento de circunstancias particulares de tiempo y de lugar. Es específico de decisiones que deben adoptarse, no es un conocimiento transmisible al escalón superior para que este tome las decisiones. Los detalles los conoce el especialista en cuanto a la aplicación del conocimiento que se tiene para problemas específicos.
Por ejemplo, se nos presentan dos opciones cuando tenemos que tomar una decisión en producción:
- Delegar en el ingeniero que conoce los detalles. Posiblemente hará lo correcto, pero en la dirección que más le interese.
- Solicitar los detalles al ingeniero para decirle lo que tiene que hacer desde arriba. En este caso no existe el problema de agencia pero aparece el problema de ineficiencia.
Así pues, tendremos que elegir entre los costes de ineficiencia o los costes de agencia.
Intentaremos hacer que el coste de agencia tienda a cero, minimizarlo tanto como sea posible. Pero si incorporamos costes de ineficiencias, deberemos imputarlos al producto, porque son muy difíciles de arreglar posteriormente. Generalmente suele ser más interesante incurrir en costes de agencia e intentar minimizarlos posteriormente.
Propuestas de minimización del problema de agencia
En ocasiones el problema de agencia entre directivos y propiedad puede resolverse interponiendo un Consejo de Administración que tendrá en su composición consejeros externos junto a directivos internos, que pueden ser controlados por la alta dirección y la propiedad.
Desde la teoría se intenta orientar el comportamiento de los agentes hacia lo correcto mediante cuatro propuestas:
- A través del diseño de la organización: organigrama, indicadores, sistemas de revisión y control, supervisión directa y estandarización de procesos (formalización y centralización).
- Mediante instrumentos financieros y contables: contabilidad analítica de costes, por ejemplo.
- Alineamiento u ordenamiento de incentivos, de forma que estén alineados de acuerdo a los objetivos que se pretendan conseguir (Aplicación de la teoría de RRHH y de la teoría económica de la empresa)
- Diseño institucional de la organización (forma institucional o forma organizativa). A través del diseño institucional se permite : (a) delegar el derecho de decisión, (b) minimizar el problema de agencia.
Mediane el diseño institucional las empresas buscan la mejor forma de tener control sobre sus activos y ser eficientes. Existen dos opciones para constituir una empresa de manera que se minimice el problema de agencia:
UNIENDO
Derechos sobre el residual - Derechos de control - Derechos de decisión
SEPARANDO
Derechos sobre el residual - Derechos de control - Derechos de decisión
Suele asegurarse que la mejor forma de delegar decisiones en aquellos que tienen el conocimiento, reduciendo ineficiencias y problemas de agencia es mediante la separación de los derechos residuales de decisión y de control.
Fallos en los sistemas de control
El control a través del Consejo de Adminitración (CA) es un sistema que suele estar contaminado. Los consejeros de un Consejo de Administración no son totalmente independientes de los directivos y se ven expuestos a dos fuentes de contaminación:
- Inevitable y necesaria: hay miembros de CA que son directivos.
- Inevitable no deseable: los consejeros externos han llegado al CA mediante relaciones personales, amistades, conocimientos, etc., por lo que tienen relación con algunos de los directivos. De este modo, la total independencia del CA para evaluar a los directivos internos no se presenta.
Aún con las deficiencias explicadas, para ilustrar la importancia que cobran los órganos de control, tales como el CA, uno de los criterios de solvencia de un país es el número de consejeros externos que hay en las empresas anónimas.
Detractores de la teoría de agencia
Donaldson y Davis (1991) se muestran contrarios a los postulados de la teoría de agencia. Donaldson plantea la figura del «servidor fiel» o agente que no se desvía. Estos autores sostienen que el mejor rendimiento no depende de un mejor control sino de una mejor cooperación.
Jensen responde que aunque tengamos servidores fieles, estos tendrán percepciones diferentes de la organización, por lo que el problema de agencia se seguirá presentando y habrá necesidad de control. Jensen no se muestra contrario a la figura del «servidor fiel» pero plantea que, en caso de que exista, el problema de agencia no desaparece, sino que debe ser reducido mediante organización y controles adecuados.
Limitaciones del modelo de agencia
En cualquier caso, ningún sistema que podamos plantear para reducir el problema de agencia se muestra totalmente infalible. El problema de agencia es un problema de factor humano, por lo que no hay ningún modelo que pueda garantizar el buen comportamiento de todos los agentes en todas las situaciones.
En este caso de agencia, como en cualquier otra modelización, los modelos perfectos no existen, porque la realidad es infinita y no podemos abarcar o explicar el infinito desde un modelo finito.
Bibliografía
Berle, A.A and Means, C.G. The Modern Corporation and Private Property (2nd edn Harcourt, Brace and World, New York 1967) ISBN 0-88738-887-6
Coase, R. (1937). The Nature of the Firm. Economica. Blackwell Publishing. 4 (16): 386–405. doi:10.1111/j.1468-0335.1937.tb00002.x. JSTOR 2626876.
Donaldson, L. and Davis, J.H., 1991. Stewardship Theory or Agency Theory: CEO Governance and Shareholder Returns. Australian Journal of Management, 16, 49.