electroestimulación

La electroestimulación cerebral puede mejorar la creatividad

Mejorar la creatividad mediante electroestimulación del cerebro es posible, según sostienen investigadores de las Universidades Queen Mary (QMUL)  y Goldsmiths de Londres. 

¿Qué áreas del cerebro se han manipulado para mejorar la creatividad?

Para la realización del experimento se emplearon corrientes de baja intensidad a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo, en diversas zonas concretas. Específicamente, se suprimió temporalmente la actividad de córtex prefrontal dorsolateral izquierdo (CPFDL), involucrado en la mayoría de actividades de razonamiento y pensamiento lógico.

córtex prefrontal
Tirapu-Ustárroz J, Muñoz-Céspedes JM. Memory and the executive functions. Rev Neurol 2005;41 (08):475-484

Los resultados están disponibles en Scientific Reports y muestran que los individuos sometidos a electroestimulación de esta parte del córtex incrementan su capacidad para mejorar la creatividad o «pensar fuera de la caja«.

«Resolvemos problemas aplicando reglas que aprendemos de la experiencia, y el CPFDL desempeña un papel clave en la automatización de este proceso»,

según declara la Dra. Caroline Di Bernardi Luft de la Escuela de Ciencias Biológicas y Químicas de QMUL, quien realizó esta investigación cuando trabajaba con el Dr. Michael Banissy y el Profesor Joydeep Bhattacharya, en Goldsmiths University de Londres.

«Funciona bien la mayor parte del tiempo, pero falla espectacularmente cuando nos encontramos con nuevos problemas que requieren un nuevo estilo de pensamiento – nuestra experiencia pasada puede de hecho bloquear nuestra creatividad. Para romper esta fijación mental, tenemos que aflojar nuestras reglas aprendidas«, añade el Dr. Luft.

La estimulación transcraneal (tDCS)

Los investigadores utilizaron una técnica llamada estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS), que consiste en pasar una débil corriente eléctrica constante a través de electrodos, empapados en solución salina, colocados sobre el cuero cabelludo para modular la excitabilidad del DLPFC. Dependiendo de la dirección del flujo de corriente, el DLPFC es temporalmente inhibido o activado.

Condiciones experimentales

En el experimento, se puso a prueba la capacidad de solución creativa de problemas (Creative Problem Solving – CPS) de sesenta participantes, antes y después de recibir una de las siguientes intervenciones: CPFDL inhibido, CPFDL activado y CPFDL no estimulado. Los participantes resolvieron «problemas de cerillas«, algunos de los cuales requieren que los participantes «relajen» las reglas de aritmética y  álgebra que han aprendido en su proceso educativo y empleen otro tipo de heurísticos para alcanzar una solución.

Resultados del experimento

Aquellos participantes a los que se les inhibió temporalmente su CPFDL mediante estimulación eléctrica, fueron más propensos a resolver los problemas difíciles que los participantes en las condiciones experimentales de CPFDL activado o no estimulado. Esto apunta a que la breve inhibición del CPFDL puede ayudar a romper los esquemas mentales aprendidos y facilitar, de este modo, el pensamiento fuera de la caja, lo que significa mejorar la creatividad.

Otros efectos secundarios a considerar

También observaron que los participantes con el CPFDL inhibido empeoraban a la hora de resolver problemas que demandaban mayor uso de la memoria de trabajo (en la que se requiere considerar muchos elementos simultáneamente). Este tipo de problemas exige a los participantes seguir una secuencia de operaciones hasta alcanzar la solución. Esto significa que el sujeto tiene que ser capaz de monitorizar sus propias operaciones mentales, es decir, requiere habilidades metacognitivas que se ven afectadas negativamente al inhibir esta parte del cerebro.

Según declara el Dr. Luft:

Estos resultados son importantes porque muestran el potencial de mejorar las funciones mentales relevantes para la creatividad mediante métodos no invasivos de estimulación cerebral (…) Sin embargo, nuestros resultados también sugieren que las aplicaciones de esta técnica deberán considerar los potenciales efectos cognitivos más minuciosamente, en lugar de asumir simplemente que la electroestimulación mejora la cognición, como afirman algunas empresas que ya están comenzando a vender máquinas tDCS para usuarios domésticos.

y concluye:

Yo diría que todavía no estamos en condiciones de usar un sombrero eléctrico y empezar a estimular nuestro cerebro con la esperanza de obtener una ganancia cognitiva general.

Los resultados alcanzados vuelven a demostrarnos que el ser humano es sistémico. Podemos disgregar ciertas funciones para analizarlas e intentar conocer cómo tienen lugar, pero no podemos explicar nuestro comportamiento sobre la base de los resultados de este tipo de experimentos. El cerebro es un subsistema dentro de otro mayor que es el individuo en interacción con su entorno.

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